Todo empezó en 1976, cuando el Sr. Lorandel fundó su gallinero con gallinas camperas. Desde el principio, y junto con su hijo, envasó los huevos en cartones, comercializándolos al gran público.
En 1988, el negocio se diversificó hacia la producción de huevos líquidos para fabricantes de productos a base de huevo, como los crepes.
En la actualidad, el nieto del fundador sigue al frente de la empresa familiar, conocida como Œuf du Breil. Sigue trabajando con huevos de gallinas camperas y huevos ecológicos, con los mismos valores que al principio: el espíritu de equipo y las relaciones humanas están en el centro de la empresa.